A finales de 2004, mi amigo Gustavo Tatis, director de la sección cultural del diario El Universal de Cartagena, me preguntó si estaría dispuesto a ayudarlo a hacer una película documental. Gustavo quería filmar un documental sobre el reconocido músico y compositor colombiano Francisco Zumaque. Casualmente yo había llevado a ese viaje una cámara de video de alta calidad con todos sus accesorios, de manera que invertí una semana de mis vacaciones acompañando a Francisco Zumaque por varios sitios de Cartagena. Lo filmé entonces durante algunas entrevistas o mientras componía música sentado frente a su computador y finalmente en un grandioso concierto de la “Calamari Big Band”, orquesta dirigida por él, en el Teatro Heredia de Cartagena. Después de esa semana en la que compartimos tanto, Francisco Zumaque me recibió como uno más de sus amigos, de manera que de allí en adelante nos encontramos casi en todas mis visitas a Colombia. Francisco trabajó, dicho sea de paso, durante varios años para el gobierno colombiano como “Embajador cultural de Colombia” en Alemania, de manera que hablaba muy bien el alemán.

Gustavo Tatis contrató luego a editores profesionales, quienes usaron los videos que yo había hecho para conformar así el documental, así que la película finalmente fue financiada en su totalidad por él mismo. Y yo, obviamente estaba feliz de ver mi nombre como camarógrafo (Cámara: Gerald Gaßmann) y en la lista de agradecimientos dentro de los créditos de la película.